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miércoles, 18 de septiembre de 2013

ZONA ORIENTE DEL ISTMO: LAS VÍCTIMAS DEL HURACÁN INGRID Y LA TORMENTA MANUEL


Lanchas del FPR en labores de rescate a familias en Ixhuatan
Ante el fenómeno natural del Huracán Ingrid y la Tormenta Manuel, miles de familias campesinas e indígenas se han visto afectadas por las torrenciales lluvias que azotan la región, particularmente en la Zona Oriente del Istmo de Tehuantepec, al igual que en otras latitudes del sureste nacional.

Los ríos Ostuta, Guamol y Tamarindo se desbordaron, incluso abarcando la carretera federal Panamericana, que conduce al vecino estado de Chiapas, así como el camino carretero que comunica a Reforma de Pineda, San Francisco Ixhuatan y San Francisco del Mar. Con la furia del desbordamiento de los ríos, las comunidades rurales de estos y otros municipios como Santo Domingo Zanatepec y Santiago Niltepec se vieron afectadas con pérdidas totales.

Como era de esperarse una vez más la inacción, la omisión y el agandalle de los distintos niveles de gobierno fue la “gota que derramó el vaso”. Primero, con la burocracia acostumbrada de las autoridades federales, quienes en su protocolario discurso de “condolencia y solidaridad” con las víctimas, han tardado una eternidad en ejercitar acciones concretas que permitan atender el desastre natural, garantizando el respaldo y atención integral a tod@s l@s afectad@s. Con la terrible lentitud de las autoridades federales, que han preferido utilizar a las fuerzas armadas para reprimir al magisterio en lucha, en lugar de destacamentarlo en tareas del plan D-N-III, la población entiende de manera perfecta que este gobierno federal está al servicio de intereses de naturaleza ajena a la población. Hay que resaltar, además, que los municipios y comunidades de la Zona Oriente del Istmo llevan décadas padeciendo prácticamente año con año esta situación, sin que hasta el momento CONAGUA, SCT y otras dependencias federales realicen un proyecto fluvial de amplio espectro que permita mitigar los estragos que han azotado por años a la población. Ni que hablar de la reparación del daño a las familias de escasos recursos, quienes han perdido en muchas ocasiones lo poco que poseen, recibiendo en el mejor de los casos alguna despensa y alguna colchoneta, bajo el argumento de que “el gobierno no puede responsabilizarse de los desastres naturales ni evitarlos”.

Por otra parte, el gobierno estatal, que además de llamar a la “unidad y a la hermandad” con las víctimas que han dejado las lluvias (y que siguen aumentando por qué no para de llover) se ha limitado a designar funcionarios de “primer nivel” en las distintas regiones de Oaxaca con la “encomienda” de tomar nota respecto a los daños materiales y humanos. El problema radica en que dichos funcionarios, además de no resolver nada, cuentan con una red de operadores que se han dedicado a politizar nuevamente este desastre, favoreciendo, eso sí, a los personajes locales de sus corrientes o partidos políticos.

Como ejemplo de ello tenemos el caso del PANista José Luis García Henestrosa (el “Wicho”) quién recientemente fue electo como presidente municipal de San Francisco Ixhuatan, y que sin haber tomado posesión aún, ya hace uso de su influyentismo político (recordando que es hermano del aún presidente municipal de Salina Cruz, Gerardo García Henestrosa, igual PANista, y diputado local electo por el distrito de Tehuantepec) Este nefasto personaje de la política, lucrando con el dolor y la necesidad de las familias campesinas del municipio de Ixhuatan, ya ha acondicionado y abarrotado una autentica bodega para posteriores actos políticos, pretendiendo con ello aumentar sus bonos a costa de los apoyos emergentes de la Dirección Estatal de Protección Civil quién le ha brindado todas las facilidades, obviando a las autoridades agrarias y municipales que han solicitado el apoyo del gobierno del estado.

A este pequeño ejemplo, se suma toda la marranada histórica de los gobiernos municipales PRIístas que aún tienen el control de la Zona Oriente del Istmo, quienes sin dejar de hacer lo mismo que el tal “Wicho”, aprovechan además para vender las despensas, los cobertores y las colchonetas que llegan destinadas a la población, cambiándoles únicamente el empaque para que la gente sienta el respaldo (sic!) del “nuevo PRI”.

Evidentemente el agandalle de todos estos personajes de la política local no se hace esperar, y a lo anteriormente descrito se suma el listado y los documentos requeridos a las familias damnificadas con la promesa de algún apoyo que difícilmente llegará a sus manos, tal como dicta la experiencia en estos casos.

Sin embargo es muy importante destacar que todo esa clase de “apoyos emergentes” de los gobiernos federal y estatal, independientemente del botín político que representan para los partidos y personajillos en turno, no son, ni mucho menos, una autentica solución de fondo para l@s damnificad@s.

Ante ello, nuestro CRI-FPR se ha manifestado año con año ante las diversas dependencias de gobierno exigiendo que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, lo cual hemos descrito en los siguientes puntos básicos:


  • Que CONAGUA y STC, del brazo de SEMARNAT realicen un proyecto fluvial de amplio espectro que permita mitigar los efectos de las lluvias y el desbordamiento de los ríos. Dicho proyecto de ninguna manera puede afectar el medio ambiente, el ecosistema o las propiedades ejidales y comunales de los pueblos con el desgastado pretexto de “ampliar la infraestructura social”; más bien debe ser un proyecto integrador que permita asegurar el bienestar del territorio y la comunalidad de nuestros pueblos.
  • Que SAGARPA y SEDAFAPA garanticen el aseguramiento integral de cultivos, huertos y ganado, dado que el programa contra siniestros que se maneja no abarca el trabajo integral de las familias campesinas y ganaderas de la región, y únicamente cobertura en el caso de los cultivos el maíz, el frijol y el sorgo, dejando de lado los frutales y hortalizas que son la base económica fundamental de los pueblos de la Zona Oriente del Istmo, además del ganado de cría, engorda y lechero.
  • Que CONAPESCA, SAGARPA y SEDAFPA realicen un programa de cobertura a las pérdidas de los pescadores ribereños, que de igual manera han perdido sus instrumentos de trabajo, tales como sus embarcaciones de motor, cayucos, pangas, etc. como ocurrió tan solo en el mes de Junio de este año, donde las cooperativas pesqueras ribereñas lo perdieron todo sin que hasta el momento se haya hecho la reparación del daño correspondiente por no ser pescadores de alta mar y con grandes embarcaciones como los monopolios que se han adueñado de la pesca.
  • Que el Fondo Nacional de Vivienda, del brazo de CEVI y la famosa SEDATU realicen un programa permanente de contingencias y reparación del daño a los hogares de campesinos y pescadores, dado que en un país que se jacta de ser “democrático” (aunque sabemos que no lo es) las familias del medio rural y del mar siguen viviendo en casitas de carrizo y palma, o en el mejor de los casos de adobe con techos de palma o lámina y que año con año son arrastradas por los torrentes fluviales que desahogan los ríos en su desbordamiento. En lo concreto se requiere la construcción de viviendas dignas y seguras a las familias de estas comunidades y dado que ellas no poseen los recursos económicos ni las cotizaciones ante INFONAVIT o cualquier otro programa de vivienda al no ser asalariados, el estado debe garantizarles este derecho constitucional.
  • Que la federación, SINFRA y los gobiernos municipales garanticen la construcción de obras públicas que permitan mantener comunicadas, con energía eléctrica, agua potable y servicios de salud a las comunidades que año con año quedan incomunicadas y en estado de abandono.
  • Que la federación, el estado y los municipios coordinen un Plan Integral de Protección Civil que permita darle atención oportuna e integra a la población, ello implica la construcción del albergues, comedores y cocinas comunitarias equipados en caso de desastres, centros de atención médica, ambulancias terrestres y aéreas, equipos de rescate tierra y mar, etc.


Como puede observarse, contrario a lo que los politicastros burgueses hacen, nuestro CRI-FPR como organización clasista y revolucionaria, aporta iniciativas sociales que tienden a elevar y mejorar el nivel de vida y la seguridad de la población. Además de que la atención inmediata a l@s damnificad@s en los distintos municipios y comunidades, una vez más ha provenido de nuestras propias filas, con la solidaridad militante en la medida de nuestras posibilidades, pero siempre tendiendo la mano hacia los pueblos que así lo necesitan.

Queremos destacar que al igual que nuestros pueblos, hemos perdido cualquier tipo de confianza en las promesas de los distintos niveles de gobierno, por lo cual nuestros barrios y comunidades afectadas por las inundaciones ya se alistan para emprender una nueva jornada de lucha que arrebate a la burguesía los recursos necesarios para revertir el daño provocado por este desastre natural que, insistimos, si podría ser mitigado en un porcentaje importante si las autoridades tuvieran interés en ello.

Por lo pronto, la estructura del Comité Local Zona Oriente y nuestros Comités Municipales y Comunitarios de San Francisco Ixhuatan, Reforma de Pineda, Santo Domingo Zanatepec y Santiago Niltepec, continuaremos en estado de alerta, brindando el apoyo a la población y resolviendo lo que de manera inmediata el estado debería garantizar, a saber: la tranquilidad y la atención inmediata a las familias damnificadas.
¡No más letargos en la atención a las inundaciones!
¡No más politicastros que se beneficien del dolor de nuestros pueblos!
¡Solución integral y reparación del daño!

¡Que los trabajadores gobiernen la patria!
Comité Local Zona Oriente
Comités Municipales de San Francisco Ixhuatan, Reforma de Pineda, Santo Domingo Zanatepec y Santiago Niltepec
Comité Regional Istmo
Frente Popular Revolucionario


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