Finalmente, luego de ocho meses al frente de la Secretaría General de Gobierno, la noche del martes 9 de Agosto, renuncio a su cargo Irma Piñeyro Arias, ex candidata de Elba Esther Gordillo Morales y el PANAL al gobierno del estado, quién luego de "declinar" su candidatura a favor de Gabino Cué Monteagudo en la recta final del proceso electoral estatal del año pasado, recibió como compensación y en concepto del pago de cuotas reglamentario, el jugoso espacio de la SEGEGO en la nueva administración estatal.
Irma Piñeyro, quién fuera en tres ocasiones diputada federal por el PRI, fue ampliamente repudiada desde el inicio de su gestión al frente de la SEGEGO por el movimiento social oaxaqueño y en particular, por el Magisterio Democrático de la Sección XXII del SNTE-CNTE y nuestro Frente Popular Revolucionario, por ser ella un instrumento de chantaje y presión política de la charra y asesina Elba Esther Gordillo Morales y sobre todo, por servir como elemento de provocación y confrontación política en distintos municipios del estado de Oaxaca, donde su papel como interlocutora y resolutora de conflictos fue totalmente desafortunado, poniendo por delante los intereses del PRI y de grupusculos oscuros de caciques y latifundistas enemigos de los pueblos.
Ambos elementos, denunciados en distintos momentos y medios de comunicación por parte del MDTEO y el FPR, y que fueron reiteradamente ignorados por la actual administración estatal en una defensa absurda y poco congruente hacia la hoy ex funcionaria, fueron suficientes para que en menos de tres meses de gestión, Irma Piñeyro Arias fuera desconocida como interlocutora ante los distintos temas y planteamientos, tanto del magisterio como de la militancia efeperrista, quienes comenzamos a exigir la demanda de su destitución irrevocable y no negociable.
Sin embargo, la renuncia de la hijastra de Elba Esther a la SEGEGO, en realidad responde más a objetivos políticos personales, que a las "trabas y presión" que pudo haber recibido del propio Gobernador u otras fuerzas políticas al interiror del ejecutivo estatal, como ella asegura, puesto que si por algo se caracterizó la señora al frente de la SEGEGO, fue por ejercer autenticas trabas y presiones contra el movimiento magisterial-popular, poniendo por delante negociaciones oscuras con el estado a fin de conservar su posición privilegiada al frente de la dependencia y sobre todo, asegurarse un porvenir político luego de su (¡eso si!) inminente salida como Secretaria General de Gobierno.
Es decir: la señora tarde o temprano iba a salir de la SEGEGO, llamese por las "trabas y la presión interna" o por la fuerza del movimiento magisterial-popular que comenzaba a plantearse cada vez con mayor seriedad la urgencia de enfrentar y derrotar la política derechista impuesta desde la SEGEGO por Elba Esther y los grupos reaccionarios agazapados en este nuevo gobierno estatal. De manera natural, el magisterio democrático y las organizaciones sociales, incluido nuestro FPR, quienes venimos construyendo la plataforma unitaria de la Convención Estatal Democrática, intuíamos la urgencia de enfocar nuestras baterías contra el pequeño dique impuesto por el PANAL en la SEGEGO, en el espíritu de romper con la visión derechista de "dejar que estallen los conflictos, escalen y se vuelvan intolerables y de alto riesgo, para que la sangre del pueblo permita nuevas y más jugosas prebendas en los altos niveles de la política del estado", como fueron los casos del 15 de Febrero en Oaxaca, los conflictos agrarios, los conflictos post-electorales, los conflictos por los recursos municipales y por supuesto, aquellos que terminaron en masacres y emboscadas.
Se entiende entonces, que Irma Piñeyro tenía claros intereses políticos detrás de cada conflicto, y si bien es cierto que ella no los creo, al menos si maniobró políticamente con su desarrollo y ulterior proceso de negociación, siempre en beneficio del grupusculo que representa y desde luego, de su persona.
No es extraño que la señora presente su renuncia como algo "motivado por la presión", pues una vez más esto pretenderá utilizarlo para seguir cobrando facturas en la búsqueda de un espacio en el Congreso de la Unión, ya sea por una nueva diputación federal o una senaduría en el 2012, pues el oficio de la maniobra se le ha dado de manera tan natural durante su carrera política, así como la simpleza de sus declaraciones atropelladas sobre los conflictos sociales en Oaxaca.
En conclusión, la renuncia de Irma Piñeyro, quién finalmente se ha ido de la SEGEGO, solamente confirma lo que el movimiento popular ha venido señalando en reiteradas ocasiones, respecto a la composición de fuerzas e intereses dentro de la actual administración estatal, la cual ha dejado en ocho meses una estela de desconcierto y desilusión entre amplios sectores del pueblo trabajador, quienes confiaban en alcanzar un cambio sustancial en la política estatal luego de la derrota que le infringimos al PRI en el 2010.
Toca al movimiento popular oaxaqueño fortalecer el esfuerzo de la Convención Estatal Democrática y la ruta del Congreso Social Hacia un Nuevo Constituyente, para rearticular las luchas y las iniciativas del pueblo y así lograr un cambio en la correlación de fuerzas en la lucha de clases para enfrentar y derrotar de manera organizada la política derechista que se viene perfilando a nivel nacional rumbo a la elecciones federales del 2012.
¡Que los trabajadores gobiernen la patria!
Comité Regional Istmo
Frente Popular Revolucionario
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