El martes 22 de febrero de este año el Sindicato de Trabajadores Académicos de la UABJO (STAUO) inicio una huelga en la cual se exigen diferentes demandas tales como la implementación del programa de recuperación salarial, que es el incremento al sueldo base, entre otras. Esta huelga de trabajadores se inscribe necesariamente en el mar de planteamientos reivindicativos que han desarrollado en este último periodo las distintas fuerzas políticas que se concentran al interior de nuestra Universidad, donde evidentemente apuntan todos los reflectores rumbo al relevo de la Rectoría en el 2012.
Por ello la mayoría de las fuerzas están luchando por mantener el poder político al interior y otros, en recuperarlo. Como ejemplo, se encuentra el arquitecto Rafael Torres Valdez y el Sindicato Único de Maestros Académicos (SUMA) quienes representan una posición golpeadora y ahora, a propósito de la elecciones un tanto conciliadora, y por otra parte se encuentra el equipo del PRI que tras haber perdido las elecciones a gobernador en el estado, ahora pretende atrincherarse en la UABJO con el fin de utilizar este espacio para recuperar su poder y cierto margen de maniobra. Por supuesto, no son las únicas posiciones definidas rumbo al relevo de la Rectoría, pues el análisis más simple de la situación política al interior de la UABJO nos arroja como resultado la disputa entre estas dos tendencias, que representan en la vía de los hechos dos planteamientos de clase a favor de la burguesía, la cual sigue dictando el rumbo del carácter de la educación y su privatización en la máxima casa de estudios, aunado a la pelea de expresiones democráticas y revolucionarias que continuamos empujando el programa del Frente Único Universitario que aglutine tanto a trabajadores, académicos y estudiantes en la recuperación de la identidad universitaria, su autonomía y el rescate del carácter público, gratuito, obligatorio, científico, democrático y popular que esta debe tener.
Es claro que la huelga que inició el martes 22 de febrero por parte del STAUO encabezada por Agustín Monroy tiene otros intereses de por medio; basta con mencionar que es Jorge Franco Jiménez, padre del represor del 2006: Jorge Franco Vargas, mejor conocido como “el Chuky”, quien asesora jurídicamente a este sindicato. Sin embargo, ello no significa que las demandas de los trabajadores de la UABJO no sean justas o legítimas, sino que más bien, están siendo capitalizadas por los viejos opresores del pueblo de Oaxaca para reposicionarse en el escenario político.
Por ello es imprescindible que los trabajadores de base del STAUO, así como del conjunto de sindicatos al interior de la máxima casa de estudios, retomen la dirección de esta huelga y sus distintas luchas en el entendido que en Oaxaca en general y en la UABJO en particular, es necesario generar vientos de cambio a favor de los trabajadores y el pueblo, donde sin duda debemos organizarnos para disputar la dirección de nuestras organizaciones gremiales y mejorar las condiciones de trabajo y vida ahí donde actuamos. Así como para la base estudiantil la disputa por las Consejerías Técnicas son una necesidad, al igual que la construcción de los Consejos Generales de Representantes y las Asambleas Estudiantiles como máximos órganos de representación genuina y toma de decisiones, para los trabajadores es imperativo recuperar la dirección de sus sindicatos, basándose en la fuerza organizada y movilizada de las bases, e infundiéndoles una orientación concreta, clasista y revolucionaria de tal forma que sus demandas y sus luchas, estén perfectamente representadas y defendidas ante las autoridades universitarias como patrón.
El próximo día martes se cumple el plazo para desahogar pruebas de la inexistencia de huelga que interpuso el rector de la UABJO ante la junta de conciliación y arbitraje, pretendiendo con ello “dar una cátedra” de derecho a los trabajadores, aunque para ello deba pasar por encima de las disposiciones sancionadas por la Ley Federal del Trabajo donde el derecho a huelga está consagrado como tal y en donde además la patronal debiera limitarse específicamente a exhibir lo que a su opinión constituyen pruebas para la inexistencia de la huelga, más no sentenciar de antemano un veredicto que no le compete.
Independientemente de las posibles negociaciones de cúpula que el STAUO y rectoría pudieran tener, la base trabajadora sindicalizada debe recordar que tanto las declaraciones de inexistencia de la huelga como las negociaciones a espaldas de los trabajadores, han sido la práctica recurrente no solo de la patronal y los charros, sino también del fascismo en los últimos años, particularmente desde la llegada del PAN a la presidencia de la república, en donde los derechos laborales y las conquistas de los trabajadores han sido escamoteadas bajo oscuros y manoseados preceptos legales que dejan a la base en la indefensión y a las cúpulas sindicales en posiciones más cómodas para su interlocución y entendimiento “institucional” con la patronal y el estado.
De esta manera, la huelga solamente tendrá futuro si la base trabajadora recupera la dirección de la misma, incorporándose de lleno en las actividades de agitación y elevando su conciencia de clase en tanto trabajadores, rompiendo de una vez por todas con el PRIísmo enquistado en la dirección del sindicato que solo busca sacar el mayor provecho posible a partir del descontento, la organización y la lucha gremial de los trabajadores. De no ser así, la lucha de las bases del STAUO y su huelga, que nace como una forma y un instrumento de lucha de los trabajadores, sólo va a servir para los intereses de un grupúsculo que pretende recuperar su poder en el estado, pasando por encima de las demandas de los trabajadores universitarios.
Ante esta situación, la Unión de la Juventud Revolucionaria de México y el Frente Popular Revolucionario, insistimos en la necesidad de crear el Frente Único Universitario como la síntesis de todas las luchas justas, ya sean reivindicativas o políticas, dentro de la máxima casa de estudios, para generar mejores condiciones de organización y verdadera interlocución de las bases para sacudirnos a los lideres corruptos y oportunistas que se han valido de las distintas movilizaciones de la comunidad universitaria.
Reiteramos nuestra solidaridad a las bases como hijos de la clase trabajadora y como organización clasista de los explotados para el combate contra el régimen, enfatizando que la consigna actual de quienes aspiramos a una Universidad Autónoma, Pública, Democrática y Comprometida con el Pueblo Trabajador es: ¡UNIR TODAS LAS LUCHAS PARA DERROTAR AL ENEMIGO INTERNO!
Combativamente:
¡Por la unidad de la juventud proletaria rumbo al socialismo!
¡Que los trabajadores gobiernen la patria!
Unión de la Juventud Revolucionaria de México
Frente Popular Revolucionario
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