
Contrario a los pronósticos desarrollistas de Felipe Calderón y el secretario de Hacienda y Crédito Público, la crisis económica por la que atraviesa nuestro país no solamente no va de salida como afirman, sino que se profundiza cada vez más. Lo anterior resulta evidente ante la pérdida sistemática (y también sistémica) del empleo, el recorte al gasto público en materia educativa y de salud, la supeditación desvergonzada de la económica nacional...